Solía pensar que las personas que son súper privadas con sus redes sociales, es porque tienen algo que esconder… mi más reciente “aventura” me hizo saber que me equivocaba.

¿Sabes cuando estás muy tranquila, viviendo tu mejor vida, y pasa algo que hace que tu día se vuelva raro?

Eso me pasó el viernes pasado. Tenía mi cuenta de Instagram pública, y la fuerte creencia de que solo personas que tienen algo que temer las configuran privadas (infieles, estafadores, cosas así). Al resto de nosotros los mortales de conciencia limpia, no solo no nos importa que el mundo vea nuestra vida, sino que queremos alardear de ella.

Ese día me contactó una chica, si una chica, me envió un mensaje privado que decía, un poco más, un poco menos, algo así:

“Hola hermosa, ¿Cómo estás? Mi novio y yo estamos buscando una chica para que nos acompañe en un trío, y tú nos has encantado a ambos.” A partir de ahí comenzó a enumerar mis bondades físicas, que venga, mal no me ha hecho. A todos nos gusta eso.

Me ganó la curiosidad y me fui directico a stalkear a la chica y a su novio, que al igual que yo, han de tener la conciencia limpia pues ambas cuentas eran públicas. Sabemos que al menos infieles no son y se divierten juntos.

La verdad es que los dos están muy bien, me atrevería a decir que son un par de muñecos. Respondí a su mensaje con un simple saludo porque tenía curiosidad, y la chica se puso mucho más intensa, más… explícita.

Me atrajeron ambos, me encantaron los halagos, pero lo de meterme en un juego sexual con una pareja me dio un poco de miedo, por lo que dejé de responder.

Ellos no estaban dispuestos a renunciar, comenzaron a llenar mi dm (el chico también) describiendo cosas que me harían, que querían que les hiciera, y hasta comentando (ya más decentemente) en mis fotos.

Aunque al principio me sentí tentada, tanta intensidad me asustó. Y después de haberlo considerado, pasé a sentirme intimidada. Tuve que configurar mi cuenta a privada porque los mensajes y comentarios no paraban de llegar, e incluso una amiga me cuestionó al respecto.  Entiendo que estoy re buena, pero venga que tanta intensidad puede ser molesta y ponerle los nervios de punta a cualquiera.

Supongo que no todos con cuenta privada han hecho algo malo o tienen algo que ocultar, algunos solo queremos protegernos de locos.

Postdata: después me rastrearon hasta el tiktok y tuve que bloquearlos ahí también. Y pensar que solo les respondí con un “hola”, ni pensar qué sería de mí si hubiésemos llegado a algo. Aún peor que un acosador, es tener una pareja de acosadores, así es como la gente termina en las noticias.

Anónimo.