Desde hace unos añitos el pueblo llano ha acogido con mucho gusto y ha convertido en suyos los argumentos en contra de los kilitos de más relativos a la salud. Estar gorda no puede ser bueno, pero de ninguna manera podría ser sano. Y como vosotros, gordas y gordos del mundo, no sois capaces de ver el daño que le estáis haciendo a vuestro cuerpo cuando vais por la vida pensando 87 kilos, ¡o peor aún, 93! (que lo de pesar más de 100 kilos ya no alcanzamos ni a comprenderlo), ya estamos nosotros aquí para recordaros que si estáis así de gordos es porque os ponéis hasta el culo de donuts, y que vuestro organismo no para de aglutinar glucosa y glucosa que más tarde o más temprano os dará una buena diabetes, y colesterol y colesterol que os va a provocar un infarto. Que los gordos no deberían tener derecho a usar la seguridad social, he llegado a oír, porque son ellos mismos los que se están provocando sus enfermedades.

Vamos por partes, como diría una gorda ante una pizza familiar: estar gorda no es bueno sólo porque, socialmente, así debemos entenderlo. La sociedad ha sido siempre un maravilloso juez, como cuando se junta a la puerta de un juzgado para gritarle ¡guapa! a Isabel Pantoja o como cuando señala con el dedo a una mujer soltera embarazada. Y pongo estos ejemplos por no irme más de treinta años atrás en el tiempo. Por otro lado, estar gorda no puede ser sano porque mi cabeza sólo logra entender que si estás así de hermosa es porque sólo te alimentas de hamburguesas, y nadie que coma hamburguesas todos los días puede tener salud, que yo vi Super size me y sé de lo que te estoy hablando.

Cansadas de tener que enfrentarnos con este tipo de argumentos generalizadores y requetemanidos durante años, habiendo llegado casi a creernos que estábamos enfermas por tener kilos de más, dos loversizers queremos compartir con todos vosotros, con España, y con el mundo, la prueba definitiva a algo que se ha defendido en Weloversize desde el principio de los tiempos: gracias por preocuparte por mí, pero no me pasa nada. A lo mejor peso veinte kilos más que tú, pero estoy perfectamente. No elegí ser gorda, es que mi cuerpo es así, y no voy a torturarme ni a torturarlo, he aprendido que puedo mejorar lo que tengo pero no cambiar mi complexión o mi metabolismo, así que me acepto como soy y me saco el mejor partido posible. Estoy gorda y estoy sana.

Con todos ustedes: los ánalisis de sangre de dos gordas.

ATENCIÓN: El siguiente contenido puede callarte la puta boca y colapsar tu mierda de cerebro. Queda bajo tu responsabilidad el ver las imágenes que vienen a continuación.

Análisis de sangre de la sujeto número 1. Podéis pinchar en las imágenes para verlos completos.

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Análisis de sangre de la sujeto número 2. Se nota que Zamora está más atrasada, aún da los análisis en papel.

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Imagen destacada: Curvy Marven