Siempre me he sentido una viejoven. Pero eh, muy orgullosa. Con 32 años mi madre me llama para pedirle que le haga callos, siempre digo refranes y miro la previsión del tiempo unas 2 veces al día. Pues eso. Yaya.

El tema es que no me quiero quedar anclada en el pasado y en alardes de modernidad (y curiosidad) me da por investigar las nuevas modas que surgen bajo términos ingleses. Y, os informo, que: de los creadores de “EL BATCH COOKING” llega…

EL MINDFULNESS.

Decidí tirar de mi “inglés de botijo”, es decir, básico. Por lo que en conclusión extraje:

Mind: mente

Ful: Le faltaría una “L” supongo… ¿mente llena?

Ness: Sufijo para convertir un sustantivo en adjetivo. Por ej, hambre-hambriento.

Mi “botijinglish” no me sirvió de un peido, pero deduje que estaba relacionado con la meditación. Con pensamiento profundo. Técnicas de relajación nuevas. Coaching. (Que aún tampoco tengo muy claro que es el coaching más allá del asesoramiento motivacional…pero eso es otro melón a abrir). En Google encontré cientos de definiciones en las que decían un montón de cosas…pero sin decir nada. Así que me quedé con la definición que mejor podía entender:

“El mindfulness se presenta como una práctica eficaz para detener la actividad mental y disfrutar del momento presente. Tiene un vínculo muy estrecho con la meditación aunque no es exactamente lo mismo.”

Y cuando más perdida estaba… llegó la revelación de la forma más inesperada. Tomando un café con mi amiga Bea me comentó que su hija de 5 años tenía al día siguiente una actividad. ¿De qué? Efectivamente, mindfulness. En el cole. Con niños de 5 años. Así que ¿a que fuente recurrí al día siguiente al salir del cole? A la hija de mi amiga Bea. (Os juro por mi vida, que esta conversación es REAL)

-Oye, que me ha contado mamá que hoy habéis tenido una clase de mindfulness.

-¿De inglés?

-Noooo. Algo así como de pensar y respirar…

-¿El rincón de pensar?

-No… De relajación, de pensar, respirar…

-Ah, ya sé. La profe nos dijo que nos sentáramos como los indios y que respiráramos por la nariz y lo echáramos por la boca así (ruidos de hiperventilación infantil). Y que nos hiciéramos preguntas para nosotros. Pero en silencio. Y yo no tenía preguntas. Así que creo que es respirar raro, poner cara de que eres listo y sabes muchas cosas pero la verdad es que no te importa nada porque no se entiende.

Esa niña de 5 años, me representa con ese resumen en mi actitud con la vida. No sé si eso es el mindfulness y probablemente si tú practicas esta técnica (y la entiendes) pienses que soy una cateta. Y es probable que no te falte razón…