Ah, ¿que el curving no es petarla en Mario Kart?

 

Conozco a un chico desde hace unos cuantos años. Cuando le vi por primera vez, me pareció mono y educado, pero sin más. Sin embargo, a los pocos meses yo me separé de quien era mi pareja, él se enteró, y desde entonces me ha estado escribiendo.

Lo loco es que de esto hace por lo menos cuatro años ya y que si hemos quedado tres veces en todo este tiempo, mucho es.

Este chico tenía novia al principio, cuando empezamos a escribirnos, y lo típico: Él me decía que estaba fatal con ella, que vivían juntos pero había discutido y ella se había ido de casa por tiempo indefinido, que no sabía en qué terminaría todo aquello, bla bla. Pero el caso era que no terminaba de finiquitar la relación con ella, por mucho que se quejase y por mucho que día sí y día también se pusiese a flirtear conmigo a todo lo que da.

Bueno, finalmente, yo me cansé, así que dejé poco a poco de seguirle el rollo hasta que un día, no sé cómo, ya no hablamos más. Pasaron unos pocos meses y… ¡Cha chan!, nuestro amigo otra vez, diciéndome que lo había dejado con su novia, que se iba de la ciudad y que quería verme antes de irse. Y nunca concretó. Desde esa otra ciudad, me seguía escribiendo y llamando, hasta que otra vez, yo fui dejando eso así, porque qué pereza. Quiero decir, si yo le gustaba tanto, ¿por qué no corrió a buscarme en serio cuando lo dejó con su novia?, y si no le gustaba, ¿para qué entonces seguía en las que estábamos? Era todo una pérdida de tiempo.

Cuando él veía que yo me distanciaba, me pedía disculpas “por si había hecho algo malo” y me camelaba la oreja, y luego, cuando a mí me daba penita y volvía a seguirle el rollo, él finalmente no hacía nada, no iba a más. Le daba like a mis fotos, reaccionaba a mis stories, pero luego podía estar dos días sin contestar después de escribirme en primer lugar y cuando yo le hablaba de quedar, ya fastidiada, siempre me salía con una respuesta del tipo “Claro que sí, hay que quedar.”

Mira, de verdad… Que no eres el fucking rey de España ni un espía secreto, para andar con tanta agenda y tanto misterio, que si quisieras quedar, me tienes a cinco minutos (porque hace ya tiempo que ha vuelto a vivir en mi ciudad).

En fin, que la buena noticia es que yo ya he tirado la toalla, por supuesto, y la mala es que lamentablemente, según me he enterado, esto que él ha estado haciendo conmigo durante años, siendo consciente de ello o no, tiene su nombre, se llama curving, y hay más de uno que lo hace (sí, ya sé, palabros en inglés, es lo que hay).

El curving, pues, es no querer estar con alguien pero aún así no dejárselo claro, porque quieres tenerlo ahí en el banquillo, como un por si acaso, o quizás simplemente para alimentar tu ego; es un estar pero no, mantenerte en un tira y afloja, con una emoción colgada que nunca se llega a materializar en nada; quien te hace curving, ni te da tan poco como para que le olvides, ni tanto como para que sea real; ni te dice que está interesado en ti, ni tampoco que no lo está. En el caso de este chico, además de curving, él también me ha hecho lo que se conoce como orbiting, que no es más que mantenerse por ahí por las redes dando like, reaccionando, enviándome algún mensajito ya en últimas… sólo para luego no dar la cara o desaparecer durante semanas cuando era yo quien le escribía. Supongo que lo del curving se llama así por lo de ir esquivando, moviéndote de manera sinuosa en vez de ir de frente, de un punto a otro.

Para mí, el curving, al igual que el ghosting, el gaslighting y todas esas mierdas, las hace gente con muy baja autoestima, tan baja tan baja, que tienen que intentar destrozar la de los demás y marearlos hasta la locura, para quizás ellos sentirse entonces al mismo nivel. Por favor, no caigáis en esas movidas, de verdad, no vale la pena. Yo por suerte no me impliqué a fondo con este chico, porque cuando me lo olí ya la primera vez, decidí no tomarlo en serio sino simplemente tenerlo ahí cuando apareciese, como la tele cuando la dejas de fondo mientras miras lo que sea en el móvil, pero seguramente si me hubiese pillado en otra época de mi vida, con menos confianza en mí misma, con más necesidad de cariño y más vulnerable en general, me habría hecho polvo, y no hay derecho, así que atentas, y a la primera que veáis unas intenciones así, lanzadle una concha de plátano, o whatever, y sacadlo de vuestro camino.

 

Lady Sparrow