Estamos hartas de oír hablar del «aquí y ahora», del «mindfulness» y de estar consciente…pero con tanto libro de autoayuda, tanto podcast y tanta meditacion guiada, una se pierde y ya no sabe ni que estaba intentando hacer.

Cuando la realidad es mucho más fácil y quizá sea ese el problema. Nos encanta complicar las cosas, queremos que sea sencillo, pero luego no somos capaces de ver la belleza en la sencillez.

Y en verdad, si intentas ser feliz y alegrarte por “tonterías” es mucho más probable que lo seas que si no lo haces. Incluso si pruebas a sonreír, sin motivo alguno, a gente desconocida, por la calle, cuando te despiertes, cuando te vayas a dormir…

risa

Simplemente cuando te acuerdes, sonríe, esfuérzate por sonreír, fíjate que frase, “esfuérzate por sonreír” pero así es. Cada vez que te pares a pensar, sonríe.

Al principio te parecerá raro, te sentirás extraña, pero poco a poco se va integrando en tí esa serotonina que liberamos cuando sonreímos…una cosa lleva a la otra, te obligas a sonreír y acabas sintiéndote mas feliz.

Así que sonríe, pase lo que pase sonríe…

Quizá no somos capaces de vivir el momento porque creemos que todos los días tienen que ser increíbles.

Y realmente, si nos paráramos a valorar las pequeñas cosas, nos daríamos cuenta de la grandeza que tienen esos detalles sencillos. Pero es que a veces cuesta pararse a verlos. Incluso a veces si nos obligan a parar, no queremos ver… Al final el truco está más en volver a ser una niña, y entusiasmarse por todo…

nina pequena

Seguro que conocéis el reto #100happydays, yo lo hice hace unos años, y este año me lo propuse para los 365 días

¡a lo loco!

Y es un reto difícil,  porque parece que esos momentos tienen que ser subiendo el Machu Pichu, de fiesta con tus amigas o un detalle romántico de tu novio. Pero la realidad es, que en el día a día, no siempre estamos de vacaciones, ni de viaje, ni con las amigas y a veces no tienes novio…

Entonces tienes que pararte a pensar, ¿cuál ha sido el momento mas feliz de mi día?

No he tenido ninguno… ha sido un “día normal”

Y cuesta encontrar un momento que te haya hecho feliz… pero retarte a encontrarlo, te hace estar más consciente y te ayuda a disfrutar de esas pequeñas cosas.

Una taza de café un día que tienes mucho sueño, una conversación de WhatsApp que te ha hecho reír, el calor de tu manta en tu sofá tras una jornada laboral, llegar al trabajo después de quedarte encerrada en el garaje y no poder salir, tachar toda las cosas de tu lista de tareas, la serie que te encanta, una copa de vino, una llamada a tu madre, un paseo, una canción que te encanta en la radio, un comentario agradable de alguien de trabajo, unas sábanas limpias, una selfie en la que te ves más divina, si cabe, de lo normal…

happy moment

El día está lleno de esos momentos, momentos que son un bálsamo para nuestra alma. Momentos que más allá de ser insignificantes, son tan relevantes, que hay que estar verdaderamente atentos para no perdérselos.

Mi momento más feliz del día de hoy ha sido escribir este post, ¿y el tuyo?