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Sí Loversizers… el mundo de los juguetes eróticos no para de sorprenderme. Os habla una novata en este mudo de los sex toys que con 25 años acaba de probar su primer succionador de clítoris. Creo que os voy a hablar de él como si fuera en estos momentos mi mayor y más preciado tesoro (bueno, qué coño, en realidad lo es).

Se llama MURMURE y sí, como bien podéis pensar por el nombre… es MUCHO más silencioso que cualquier otro succionador. ¿Qué cómo lo sé si este es mi primer juguete? Bueno, entre las amigas nos contamos todo (como supongo que vosotras también) y desde que este tema dejó de ser un tabú (menos mal) nos enseñamos los juguetes nuevos que tiene una, la otra, lo que les gustaría probar… ya sabéis. Además, me parece algo maravilloso, porque desde que todas nos volvemos locas por este tipo de juguetes, pensar en el regalo de cumpleaños de cada una dejó se ser un problema. Reglas un juguetito… y sabes que vas a acertar SEGURO. Apuntadlo nenas.

MURMURE

Precisamente, hace un tiempo, una de ellas me enseñó su succionador. Yo tampoco opinaba mucho porque no entendía cuáles eran las peculiaridades de uno o de otro, sus puntos a favor y en contra… pero casi todas coincidían en que, aunque era una fucking maravilla, en el silencio de la noche hacía mogollón de ruido. Y claro… salvo una o dos que ya viven independizadas solas o en pareja, las demás aún viven en la casa de los papis o en pisos compartidos, y como que no hace mucha gracia encender el cacharrito y que se entere hasta el vecino de que te vas a tocar la pepitilla.

Así es que, ¿os podéis imaginar mi reacción de entre sorpresa, alegría, euforia, emoción (de todo) cuando tuve a esta monada en las manos?  No, creo que no podéis haceros a la idea.

MURMURE es un estimulador por ondas pequeñito, unos 15 cm (más o menos como la palma de la mano o un pelín más grande, no mucho más). El mío es de color rosita claro, pero también está en color dorado.

Voy a entrar en detalles, aunque no sé si con palabras voy a poder transmitiros TODO lo que sentí, bueno, lo que sentimos mi clítoris y yo. Estimula TODO el clítoris, incluyendo la parte interna.  Además, sus ondas te transportan a los mundos de yupi, vamos… que no es solo para ponértelo en el chichi, correrte y hasta luego (que oye, eso a veces también está guay, pero… hay más opciones). Gracias a sus 9 (yo conté 10) modos de succión, puedes empezar desde el primero (el más suave), a pasarlo por otras partes de tu cuerpo como el cuello, los pezones… en fin chicas, que tenemos más zonas erógenas en el cuerpo que van más allá del parrús.

MURMURE

Creo que una de sus peculiaridades es que su cabezal no se quita para lavarlo. Es una boquilla fija, por lo que después de su uso lo metes debajo del grifo con un poquito de jabón, y listo. Se recomienda tener un limpiador específico de juguetes, pero vamos… no es algo obligatorio para su mantenimiento vaya… Que no os de miedo mojarlo porque además es TOTALMENTE sumergible. Yo estoy loca, repito, LOCA, por probarlo en la ducha, en la bañera…

Lo probé y esto fue lo que pasó

Yo, súper emocionada (creo que lo he dicho ya mil trescientas veces, pero es que es REAL) mirándolo y muy acalorada, quise comprobar si era discretito en cuanto a sonido y si realmente era como lo contaban todas las que ya han probado los succionadores. Me levanté de la cama para sacarlo de su cajita y me volví a tumbar. Me recogí el pelo para evitar los calores excesivos y pulsé el botón de encendido.

Enseguida comenzó a vibrar y para no ir a tiro hecho, decidí empezar desde la primera velocidad. Comencé por la zona del cuello, justo por debajo de las orejas, fui bajando hacia el pecho y lo posicioné sobre los pezones. Esa ligera vibración era tan agradable que su cosquilleo parecía el de un masaje. Maravilloso. Seguí bajando hacia el monte de venus y activé la segunda velocidad. Algo más potente. Empecé a sentir un cosquilleo agradable y solo de imaginar lo que venía ya comenzaba a mojar.

Antes de ir a lo importante, quise esperar y la tercera velocidad la usé por la cara interna de los muslos, y fui subiendo de nuevo hacia las ingles. Con la tercera velocidad aún fui pasando el bichito por los labios mayores. La vibración era ya tan placentera que no podía esperar un minuto más y lo dirigí ya hacia el clítoris. Justo en ese punto comencé ya con la velocidad tres, y poco a poco fui aumentando.

MURMURE

Cuatro, cinco… en este punto ya los dedos meñiques de los pies se me encogían, los ojos creo que se me quedaron en blanco del putito placer que eso daba. Pero yo quería saber hasta dónde podía llegar y subí hasta la sexta velocidad. No sé si fue por el nivel de excitación que tenía ya, pero fui incapaz de subir a la séptima y mucho menos a las siguientes velocidades.

Efectivamente cumple con su nombre. No es un succionador totalmente silencioso. Pero desde luego puedo usarlo perfectamente sin que en la habitación de al lado se enteren.

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MURMURE

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