Querido complejo:

Llevamos juntos toda una vida. Tanto es así que a veces pienso que ya en el útero me chinchabas un poco: “deberías cortar el flujo del cordón ubilical, eh, te estás pasando”. Porque sí, yo siempre te he vivido como una voz de narrador que me acompaña como si fuera la prota de alguna peli. A veces eres como varias voces o una con eco. Pero siempre ahí. Sin perderte un solo evento de mi existencia. Eres como llevar unos cascos pegados al tímpano que emiten una frecuencia de radio que nadie escucha porque solo suena mierda. “Onda complejo” te llamaría.

Hoy te quería escribir para decirte adiós. Adiós porque, querido, te has quedado atrás. Te has convertido en un auténtico rollazo y estás desfasado. Adiós porque creo que deberías jubilarte ya y dejar de dar por saco.

No me lo tomes a mal, hemos vivido grandes momentos juntos. Todos de mierda, pero enormes. Como todos los viernes que me quedé en casa porque mi culo era demasiado grande para una minifalda o esos veranos sin meterme en la piscina para que no vieran el color de mi cuero cabelludo. Oh, querido complejo, qué tiempos locos y emocionales vivimos juntos. Cuantas dudas, cuanto odio, cuánto poder has tenido en todos estos años. Querido complejo, eres el empleado de la década sin duda. Te has salido. Has hecho mi vida miserable de maneras tan originales que solo me queda aplaudirte.

Pero como todo, querido complejo, debe llegar a su fin: es hora de que te vayas a tomar viento ¿por qué? Porque, sinceramente, ya nada es igual.  Ya no logras el mismo efecto en mí. Salgo como y cuando quiero, visto con lo que me da la gana y ¡le digo a la gente que soy gorda y calva! Y la gente se queda igual, porque ahora ya NADIE hace aquello que tanto me anunciabas. Y no me he muerto. Ni me he quedado sola.

Entiendo que esta época de diversidad se te viene grande. Que, al haber crecido, te he ido dejando de lado. Y lo siento si eso te ha hecho perder tu toque, pero tengo que despedirte.  Tengo que decirte que lo hiciste bien, me jodiste, pero ya no eres lo que eras y ocupas mucho espacio para no lograr ya nada.

Querido complejo, fuiste el primero en hacerme consciente del tamaño de mi cuerpo; el primero en hacerme titubear, en darme en qué pensar cada noche. Fuiste el primero en intoxicarme y enemistarme conmigo misma. Eso tiene mérito, no te lo voy a negar. Haberme engañado TANTOS años, haciéndome creer que yo era un ser sin luz y mediocre ¡genial! Qué difícil debió ser, querido complejo, y qué bien lo hiciste. Porque me engañaste. Te creí durante muchísimos años, pero ahora mi retina ha cambiado y mi brillo ya no me pasa desapercibido.

Pero te diré que fuiste un auténtico precursor en esto de hundirme. Porque todo lo que vino después, todas mis palabras de odio en el espejo, todos los insultillos de la gente con la que me he cruzado que tenían uno como tú, pero aún más tirano, TODO ha palidecido ante tu actuación. Fuiste pionero en que me odiara y eso nunca lo olvidaré. Sobre todo, porque gracias a ti es que hoy puedo decirle al mundo que se puede romper con tu sintonía, el cómo, y puedo darle mi apoyo en el durante. Tengo que agradecerte que me enseñaras que nunca nada me dolería más que mi propio maltrato porque me has hecho de acero para barcos.

Querido complejo, han sido momentos ¿divertidos? Bueno, momentos. Y si no fuera por ti hoy no estaría donde estoy. Pero ha llegado el momento de decirte que te esperan en tu ciudad natal: Nodeberías Haberexistido, condado de QuePaz, ciudad Dejas.

Sé que crees en la reencarnación, crees que tendrás una segunda vida en el cuerpo de alguien más. Bueno, siento joderte la fiesta como todas las que me jodiste tú, pero me temo que los últimos estudios del Bodypositive indican que la reencarnación esta pronta a su extinción. Así que no contaría, querido complejo, con volver a enmierdar a nadie más nunca.

No te deseo lo mejor porque eso lo dejas aquí.

Querido complejo, hasta nunca. Mis lorzas, mis calvas, mis manchas, todas mis realidades corporales nos quedamos bien a gusto aquí juntitas sin ti.

Ya no más tuya,

Carlota

@tengoquenayque

Foto destacada Polina Tankilevitch en Pexels